La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, aterrizó en Taiwán este martes en medio de advertencias de un furioso gobierno de China de que cualquier político estadounidense que visite la nación isleña “no tendrá un buen fin” si “juega con fuego”.
Su avión de la Fuerza Aérea, con sus distintivos colores azul y blanco y la bandera estadounidense en la cola, aterrizó en Taipei a las 10:45 p. m., hora local (09:51 de Ecuador),
Desde muy temprano, más de 58.000 personas se encontraban pendientes a través de una página web especializada de la trayectoria del avión militar estadounidense en el que viajaba la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, ante su aterrizaje no anunciado en Taiwán.
La web Flightradar24, que permite seguir en tiempo real el recorrido de una aeronave a partir de su código de vuelo, mostraba a las 21:30 hora local de Pekín (13.30 GMT) a 58.408 usuarios monitoreando el vuelo SPAR19, que despegó de Kuala Lumpur a las 15:42 (7.42 GMT) sin especificar destino.
En ese momento el avión en el que viajaba Pelosi sobrevolaba Filipinas y se aproximaba por el sur a la isla de Taiwán, sin que en su recorrido haya sobrevolado por el momento territorio chino, de acuerdo a la trayectoria mostrada por la citada página.
La visita, que ha provocado las iras del Gobierno chino, no ha sido confirmada oficialmente en ningún momento.
La alta funcionaria se encuentra de gira por Asia, aunque su agenda oficial no menciona una parada en la isla, a la que sí anunció que viajaría en abril pasado hasta que un positivo por covid le obligó a cancelar esos planes.
La potencial visita ha disparado las tensiones entre Washington y Pekín, que ha advertido de que responderá con contundencia a lo que considera una provocación por parte de Washington.
El ministro de Exteriores de China, Wang Yi, condenó este martes la «deplorable traición» de Estados Unidos en la cuestión de Taiwán, vaticinó que la actuación del país norteamericano «perjudicará su credibilidad a nivel internacional» y calificó de «línea roja» para China el principio de ‘una sola China’ por el cual Taiwán quedaría bajo soberanía de Pekín.
Como primera respuesta concreta, el gigante asiático prohibió hoy la exportación de cientos de productos alimenticios taiwaneses y mantiene un despliegue militar que incluye el cierre de áreas marítimas por maniobras navales en el Mar de China Meridional y en el de Bohai (norte).
China reclama la soberanía sobre la isla y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
Taiwán, con quien el país norteamericano no mantiene relaciones oficiales, es uno de los mayores motivos de conflicto entre China y EE.UU., debido sobre todo a que Washington es el princip(I)al suministrador de armas de Taiwán y sería su mayor aliado militar en caso de conflicto bélico con el gigante asiático.