
“Lámpara es a mis pies Tu palabra, Y luz para mi camino” (Salmo 119:105).
La vida frecuentemente se describe como una caminata, en la cual debemos elegir qué camino seguir. La Palabra de Dios nos enseña cuál camino nos proporciona mayor significado y satisfacción. En Salmo 119 se la compara, a la Biblia, con una lámpara que nos ayuda a ver por dónde deberíamos andar. Esto es muy necesario, ya que este mundo algunas veces es un lugar oscuro y somos cegados a la verdad.
Así lo describió Jesús a las multitudes: “Aunque miran, no ven; aunque oyen, no escuchan ni entienden” (Mateo 13:13). Sin la “linterna” de la Palabra de Dios estamos perdidos. También, Jesús nos advierte que no es irrelevante encontrar “el camino” correcto: “estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran” (Mateo 7:14). Si queremos llegar a nuestro destino, necesitamos la Palabra de Dios para que nos guíe.
¿Tú sigues sus instrucciones?