Esta es una pregunta que puede hacerse un cristiano nuevo o un cristiano que proviene de una tradición cristiana ortodoxa u ortodoxa oriental. Es importante tener una respuesta o una comprensión de estas cosas para poder tomar una decisión informada al respecto.

¿Qué dice la Biblia sobre el uso de cualquiera de estas cuatro cosas?

El versículo principal que cualquiera citaría en referencia a esta pregunta o a estas cosas es Éxodo 20:2-5,

«No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen en forma de nada que esté arriba en el cielo, abajo en la tierra o abajo en las aguas. No te inclinarás ante ellas ni las adorarás».

La idolatría está prohibida

Dios nos dice que no debemos hacer un ídolo/estatua o cuadro/imagen de nada para usarlo en lugar de Dios. Así que usar imágenes y estatuas de Dios o Jesús e inclinarse ante ellas como si tuvieran poderes especiales está absolutamente prohibido.

El uso de iconos e imágenes

Los iconos y las imágenes se han utilizado durante siglos en algunas tradiciones cristianas para ayudar a las personas a concentrarse en Dios o a comprenderlo mejor. Hace cientos de años, cuando la mayoría de la gente era analfabeta o no tenía una Biblia para leer y conocer a Dios, se utilizaban imágenes, vidrieras y otras cosas para ayudar a la gente a entender quién es Dios, quién es Jesús y lo que hizo y ha hecho por nosotros. A algunos cristianos les gusta tener una vela, una imagen de Jesús para recordarles mientras adoran quién es Él, pero no hay intención de dar a estos símbolos poder o algo para ser adorado.

En el pasado ha habido artefactos que se han considerado objetos religiosos: un hueso de un santo, el sudario de Turín, agua del río Jordán o un sinfín de cosas por el estilo. A veces se han convertido en ídolos simplemente porque la gente cree que tienen un poder especial, en cuyo caso serían inaceptables para Dios y estarían prohibidos para nosotros como cristianos.

¿Debemos utilizar objetos visuales como iconos, imágenes o estatuas en nuestro culto a Dios?

Lo más importante que debemos preguntarnos es: «¿Creo que estas cosas tienen un poder especial?». Si nuestra respuesta es afirmativa, entonces estamos cometiendo idolatría y dando gloria y honor a algo que no es Dios. El único Dios verdadero quiere que le adoremos en espíritu y en verdad. Si le conocemos como nuestro Salvador y amigo, nuestro Maestro y Rey, estaremos de acuerdo en que nada de lo que la gente pueda hacer puede ocupar Su lugar.

Si una vela, una imagen o un icono te ayudan a pensar en Dios, a concentrarte en Él y a adorarle, entonces es aceptable. Pero en el momento en que se convierte en un amuleto de buena suerte o en algo de lo que no puedes prescindir, se ha convertido en algo que raya en la idolatría y debe ser desechado.

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