«Hijo mío, no rechaces la disciplina del Señor
Ni aborrezcas Su reprensión,12 Porque el Señor ama a quien reprende,
Como un padre al hijo en quien se deleita.»(Proverbios 3:11-12)

Lectura: Proverbios 3:11-12

Proverbios 3:5-6 y 9-10 nos dicen que si tememos al Señor y hacemos lo que Él dice, Él enderezará nuestro camino y nos bendecirá abundantemente. Sin embargo, el texto de hoy también nos recuerda que los creyentes a veces pasamos por momentos difíciles. Y no es únicamente porque vivimos en un mundo quebrantado. A veces, las dificultades nos las envía Dios para nuestro bien.

Hay ocasiones en que Dios disciplina a sus hijos, como hace un buen padre. Esto no es una experiencia agradable, como reconoce el autor de Hebreos: «Por el momento, toda disciplina parece más dolorosa que agradable». Sin embargo, prosigue, «más tarde da el fruto apacible de la justicia a los que han sido instruidos por ella». Esa es también la experiencia de David, quien dijo: «bueno, me es haber sido afligido, para aprender tus estatutos».

Si te enfrentas a dificultades, no desesperes ni te alejes del Señor. Puede que te esté enseñando valiosas lecciones. Continúa buscándole y realiza esta oración: «examíname, Dios mío, y conoce mi corazón. Examíname y conoce mis pensamientos. Mira si hay en mí camino de pecado, y guíame por el camino eterno». (Salmo 139:23-24).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *