Una nueva doctrina de defensa se puso en marcha en Japón para contrarrestar el poderío militar de China, con una reforma radical que implicaría aumentar el doble del gasto de defensa y potenciar el alcance de sus misiles actuales.
En un esfuerzo por proteger la seguridad del archipiélago, el gabinete aprobó un plan para reforzar la política militar hasta un 2% del PIB de aquí a 2027, una decisión que está apoyada en su mayoría por la opinión pública.
Según el primer ministro japonés, Fumio Kishida, él está “determinado a cumplir con su misión de proteger a la nación y sus habitantes en este momento crucial de la historia”. Sin embargo, la doctrina de defensa se acomodaría “al marco de su Constitución, del derecho internacional y del derecho japonés”.
Debido a su Constitución pacifista, una medida adoptada tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial, a Japón se le prohíbe adquirir un ejército. Aún así, el país incrementa su presupuesto de defensa regularmente desde hace décadas, aunque nunca sobrepasa del 1% del PIB.
Japón también pretende dotarse de misiles de largo alcance capaces de golpear bases de lanzamiento de misiles en el extranjero en caso de ataque.
¿Por qué China representa un peligro para Japón?
Las autoridades japonesas argumentan que China plantea “una grave preocupación para Japón y para la comunidad internacional”, además de “un desafío estratégico sin precedentes para la paz y la estabilidad de Japón”.
El país del Sol Naciente teme que el creciente poderío militar de China, además de sus recientes alianzas estratégicas con las Islas Salomón y Kiribati en el Pacífico y su interés respecto a Taiwán, lo convierta en un objetivo para China.
Este año también se llevaron a cabo varias maniobras aéreas navales ruso-chinas cerca de Japón, cuyas propias relaciones con Rusia se enfriaron a raíz de la invasión en Ucrania y las sanciones de Tokio a Moscú.
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China “se opone firmemente” a esta política, que “se desvía del compromiso de Japón con las relaciones bilaterales y el consenso” con Pekín, y que “contiene calumnias infundadas contra China”, advirtió el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Wang Wenbin.
La Casa Blanca, en cambio, afirmó que la reforma “fortalece y moderniza” la alianza militar entre Estados Unidos y Japón. (I)