Los resultados definitivos de las elecciones generales en Suecia celebradas el domingo 11 de septiembre se conocerán el miércoles 14. Este lunes se habían contado los votos de 6 243 de los 6 264 distritos de todo el país. Del lunes al miércoles se terminan de contabilizar 314 distritos, con el voto exterior y el voto por correo. Según su Constitución, las elecciones regionales y municipales también se celebran el mismo día que las elecciones generales.

La polarización política que vivimos en nuestros sistemas de partidos en Europa afecta también a Suecia. De los 349 escaños del parlamento sueco, el llamado bloque rojiverde (el bloque conformado por los partidos de cuño progresista) está ahora mismo en 174 y el bloque La Alianza (bloque conservador) en 175. Un solo escaño separa la brecha entre los dos bloques.

La subida de los socialdemócratas en 2,3 puntos con respecto a las pasadas elecciones de 2018, con un 30,5 % de los votos y 108 escaños y siendo el indudable ganador de las elecciones en votos y en escaños, se muestra insuficiente para afianzar el terreno de su bloque dada la irrupción de la extrema derecha como segundo partido más votado. 175 escaños para la base de gobierno de La Alianza y 174 escaños para la base de gobierno de la socialdemócrata Magdalena Andersson hacen visible un cambio en la orientación del gobierno sueco para los próximos cuatro años.

La distribución de escaños en las elecciones suecas se calcula utilizando el llamado método de número impar suavizado y en estos momentos continúa la batalla por el último escaño de cada partido.

Los principales partidos suecos

La hasta ahora primera ministra sueca, Magdalena Andersson, durante un mitin en Estocolmo. Shutterstock / Liv Oeian

La hasta ahora primera ministra sueca, Magdalena Andersson, durante un mitin en Estocolmo. Shutterstock / Liv Oeian

Jimmie Åkesson, líder de Demócratas de Suecia, durante un mitin callejero en Umeå, Suecia. Shutterstock / Sune Grabbe

Jimmie Åkesson, líder de Demócratas de Suecia, durante un mitin callejero en Umeå, Suecia. Shutterstock / Sune Grabbe

Cartel electoral de Ulf Kristersson, líder del Partido Moderado. Shutterstock / Tupungato

Cartel electoral de Ulf Kristersson, líder del Partido Moderado. Shutterstock / Tupungato

Entrada en la OTAN

En una campaña electoral atípica en la que el debate no se ha centrado en temas tradicionales como impuestos, escuelas y atención médica, temas como la adhesión de Suecia a la OTAN y la gestión de la pandemia han recibido muy poco espacio.

Suecia, que siempre se caracterizó por estar en “el eje de la no alineación”, lo que le hizo caracterizarse como país neutral frente a EE. UU. y a la URSS en la Guerra Fría, entra en la OTAN en 2022 junto con Finlandia, quedando la lista de países neutrales reducida a tres, Suiza, Austria e Irlanda.

En Suecia no ha sido sorprendente este giro en la política y menos en la isla de Gotland. Toda iniciativa para protegerse ante el belicismo creciente de la vecina Rusia, máxime desde la invasión de Ucrania, ha sido bien recibida por la opinión pública, con una visión favorable al ingreso en la OTAN, a tenor de los resultados publicados por Demoskop de una encuesta encargada por el periódico sueco Aftonbladet, de orientación socialdemócrata, en abril de 2022.

Todo apunta a un gobierno de Ulf Kristersson

Por ahora, todo apunta a un gobierno presidido por el líder de los Moderados, Ulf Kristersson, con un acuerdo cerrado con el partido cristianodemócrata desde antes de la campaña, abiertos ahora a negociar con la ultraderecha subrayando razones de “fuerza aritmética”, con la posibilidad de importantes concesiones políticas a SD si Kristersson desea mantenerlos fuera del gobierno.

El nuevo gobierno, independientemente de quien lo asuma, se enfrenta a importantes desafíos como combatir la violencia callejera que ha ido a más en los suburbios de las grandes ciudades, el aumento de los precios de la energía y la inflación.

Sin resultados definitivos, el horizonte queda aún abierto, con una derecha en vías de poder conseguir el poder de la misma manera que lo logró en 1979, con el precedente también de solo un escaño de diferencia a su favor. (I)

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