Tras la finalización del partido entre Argentina y Francia en la final de la Copa del Mundo Qatar 2022, que significó la consagración como campeón mundial de la albiceleste, los hinchas comenzaron a desplazarse a diversos puntos de la ciudad para festejar.
El Obelisco y el barrio Palermo son varios de los sitios escogidos en Buenos Aires, mientras que el monumento a la Bandera en Rosario, Córdoba y Mar de Plata también se registra aglomeración de personas.
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Desde temprano, las calles se vistieron de celeste y blanco por las camisetas de las personas que circulaban este domingo. La victoria parcial al término del primer tiempo daba un aire de confianza por lo que sonaban las bocinas de los autos.
La avenida 9 de Julio, la más ancha del mundo, donde se encuentra el Obelisco, punto habitual de reunión en las celebraciones durante el Mundial de Qatar 2022, se llenó de gente ataviada con camisetas y banderas cantando y haciendo sonar sus vuvuzelas y las bocinas de los coches.
Los aficionados vivieron los goles de sus astros en la calle, con sus teléfonos móviles, o en los bares que están conectados con los canales que transmiten el partido en vivo.
Muchos de ellos, que no lograron entrar en los establecimientos, miraban el partido más allá del cristal disfrutando del ambiente colectivo.
Los supermercados cerraron a las 11:00 horas (hora local), una antes del comienzo del partido, y el transporte público de la capital mantiene líneas cortadas o desviadas de su trayectoria habitual.
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Mientras, en Rosario, la ciudad natal de Messi, en el club El Campito, donde está el terreno en el que dio sus primeras patadas al balón, sus amigos de toda la vida ven solos el partido, por cábala.
Previamente, montaron una pequeña murga, ante el asombro de turistas en la calle donde está la casa donde se crio, sus vecinos al ritmo de música, cláxones de autos, uñas pintadas de celeste en medio de un ambiente festivo, pero tranquilo. (I)